Has oído hablar de ellas, especialmente si te dedicas al marketing o al diseño web, pero no tienes del todo claro qué son y para qué sirven. Una Landing Page o página de aterrizaje, no es más que una página a través de la cual un usuario llega tras hacer click en un anuncio, un banner, o una llamada a la acción.
Generalmente se crean para destacar un producto o promoción concreta, por lo que en ellas se detallan todas las características del producto o servicio. Algo así como una presentación exclusiva para hacerlo más atractivo y que acaben comprándolo.
Su estructura suele ser muy simple y común a la mayoría de ellas. Y en ella destacan cinco elementos principales:
- Título: tan simple como el nombre del producto o servicio.
- Descripción: como ya hemos dicho, un texto detallado de las características y beneficios del mismo.
- Imagen: el punto fuerte. Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras. Así que no descuides este aspecto.
- Formulario de solicitud: ya que el usuario ha mostrado interés llegando hasta aquí, aprovecha para rematar la acción y que deje sus datos para hacer el pedido.
- Llamada a la acción: Un gancho tipo “Compra ya” o “Sólo por tiempo limitado” suelen dar buen resultado y las hacen más efectivas.
Pero para captar la atención de los usuarios y persuadirles, no basta con algo sencillo. Si envías a los usuarios a la home de tu web, casi seguro que se perderán entre toda las opciones que haya. Tienes que trabajarlo bien, llevarle a un landing page y hacer una buena composición de elementos que te den el resultado deseado.
¿Y cómo lo hago? Te preguntarás. Pues aquí te damos 5 buenos consejos para lograrlo:
- Consistencia y consecuencia: El usuario ha llegado haciendo click a través de alguna de tus campañas, se ha sentido atraído por lo que se le proponía. Ahora se trata de que seas consecuente con tu acción y no hagas que se frustre con algo que no esperaba. Si vendes ropa muestra ropa, no herramientas de jardín, sino se sentirá engañado y sólo cosecharás un elevado porcentaje de rebote en tu campaña. Crea un mensaje consistente y con el contenido que él espera, y tu tasa de conversión se disparará.
- La primera impresión es la que cuenta: los usuarios en internet suelen hacer un análisis rápido de la página antes de centrarse en ella, de modo que si el contenido no resulta interesante se irán rápidamente. Ordena bien la información dando prioridad a lo importante, y juega con un diseño donde el contenido multimedia ayude en lugar de distraer.
- Multimedializa: Así como una imagen vale más que mil palabras, un vídeo vale más que mil imágenes. Hoy en día los usuarios son más propensos a retener su atención si el contenido se presenta en vídeo. Está claro que no es sencillo ni la opción más económica generar este tipo de contenidos, pero siempre que sea posible será la mejor opción. Y de nuevo piensa como en el punto 1, que el vídeo sea del producto anunciado y no de otra cosa.
- Detalla en vez de resumir: No hay una longitud definida para una landing page. Como todo en la vida hay que hacer test e ir probando hasta dar con la que mejor se adapte a tus productos, servicios y usuarios. Pero todas tienen algo en común, información detallada. El usuario que llega lo hace interesado, por lo que quiere informarse mejor, y un resumen no le ayudará, de modo que procura entrar en detalle.
- Elimina distracciones: Se trata de tenerlo centrado en el objetivo de la página, no de que a la mínima ocasión pueda irse a otra parte de tu web. Así que cosas como eliminar el menú principal, barras laterales o los enlaces habituales te vendrán bien.
Siguiendo estos consejos seguro que serás capaz de diseñar landing pages que se queden con tu público, y ellos contigo 😉