¿Buyer qué? Buyer Persona. Y eso, ¿qué es? te preguntarás. Pues muy sencillo. Un Buyer Persona sencillamente es la representación ficticia del que sería tu cliente ideal.
Es decir, es algo así como un retrato robot que combina variables sociodemográficas con otras psicológicas, y que pretende conseguir una idea clara de quién es nuestro cliente ideal. Todo ello con el fin de poder planificar y llevar a cabo acciones de marketing mejor enfocadas y más efectivas.
Hay que dar datos como el sexo, la edad, su posición, incluso a qué se dedica. Se trata de ponerle cara para saber a quién te diriges. O a quienes, si tu público objetivo se compone de varios targets distintos.
De modo que crear el Buyer Persona de tu negocio requiere de un ejercicio de creatividad, imaginación y conocimiento de tus clientes. Por eso nosotros queremos ayudarte con 10 consejos para que aciertes al máximo creando el tuyo.
- Situación personal: Es hora de mojarse, así que dale al coco y empieza a definir su vida: ¿En qué trabaja? ¿Qué estudios tiene? ¿Tiene familia? ¿Hijos? Se trata de hacer una fotografía de su vida y saber quién es.
- “Sociodemografiza”: ¿Qué edad tiene? ¿Es hombre o mujer? ¿Dónde vive? ¿Cuál es su clase social? ¿Cuánto gana? Evidentemente, algunos de estos datos son complejos de definir, pero para ello puedes marcar unos intervalos, eso sí, no valen cosas como entre 25 y 40 años, o gana entre 20.000 y 50.000€ al año. Hay que tratar de ajustar al máximo, así que sería más correcto: tiene entre 25 y 30 años, o gana entre 20.000 y 25.000€ al año.
- Ponle nombre: Sí, hay miles de nombres, lo sabemos, pero hay que dirigirnos a él como a cualquier persona, por su nombre. Y si además nuestro negocio se dirige a varios targets deberemos crear uno para cada uno, así que necesitarás diferenciarlos.
- ¿Cómo navega en internet?: ¿Le gusta leer ebooks? ¿Qué tipo de libros? ¿Lee blogs? ¿Le gusta consumir contenidos en vídeo? ¿Prefiere recibir newsletters con ofertas? ¿Es activo en redes sociales?… Respondiendo a éstas y otras preguntas podremos saber qué tipo de acciones serán más eficaces: una campaña de emailing, promociones en redes sociales, descuentos directos… Y además podremos generar mejores contenidos y hacérselos llegar por el canal más adecuado.
- Sus objetivos y sus retos: ¿Qué objetivos principales y secundarios tiene? ¿Qué retos se plantea? ¿Qué necesidades tiene? Hay que tratar de dar con sus intereses, saber qué es lo que necesita y qué debemos ofrecerle. Si lo conocemos hasta ese punto podremos comunicarle de forma más sencilla qué ofrecemos y por qué es lo que está buscando.
Llegado este punto ya le tenemos. Y ahora que ya le conocemos, hay que plantearse qué podemos hacer por él, cómo podemos ayudarle. Pero eso ya lo veremos más adelante, ahora toca ponerse a pensar 😉